Revolviendo por internet me encontré por casualidad con una novia que me llamó la atención por su vestido de novia diferente. Y todavía me llamó más la atención cuando descubrí que su vestido era un diseño auténtico de los años 60 que la novia había comprado y arreglado en una tienda de prendas vintage y de segunda mano.
Me parece que la novia está preciosa y con personalidad y que no necesitó para ello un gran gasto en un vestido de diseño. Me pareció interesante compartirlo para aquellas que no quieran renunciar a estar guapas, siendo fieles a sí mismas, sin gastarse un dineral ni ponerse vestidos de novia más tradicionales con los que tal vez no se sientan cómodas.
El ramo silvestre y de gran tamaño me parece precioso, y la celebración informal en mesas de madera desnudas y bancos, e invitados sirviéndose sus propios cócteles me parece una forma estupenda de celebrar la boda priorizando el pasarlo bien y convirtiéndola en una auténtica fiesta con amigos.
¿Os animaríais con un vestido vintage?
Imágenes de Edyta Szyszlo Photography, vía 100layercake.