En los últimos años y, en parte, después de ver a la maravillosa Carrie casándose con sus Manolos azules en Sexo en Nueva York (cómo olvidar esa boda y esos zapatos con los que también aportó su «algo azul» en su look de novia la it Olivia Palermo), las novias han apostado fuertemente por aportar un toque de color en su calzado para su gran día. Tanto es así, que el zapato blanco prácticamente ha cedido todo el protagonismo a la nueva tendencia.
Gracias a esta moda, hemos podido ver novias con sandalias espectaculares y zapatos por los que morir de amor directamente. Pero también, seamos sinceros, se han visto atrocidades y novias con las que sufres un desprendimiento de retina cada vez que se levanta un poco el vestido.
Y es que debo reconocer, que aunque soy una loca de los zapatos, tengo una colección importante y mi futuro señor esposo me mira con cara de no entender nada cuando le digo que las últimas sandalias de tacón imposible que me he comprado son «porque las necesito», no acabo de ver ciertas cosas en esta moda de tratar de ser original el día de la boda.
Reconozco que me chiflan los tonos dorados, plateados, cobre (vamos, metalizados en general) y la gama de los nude para novia, pero me chirría cuando veo asomar unos zapatos rojos o verdes, la verdad.
Por eso hoy quiero reivindicar el denostado zapato blanco para novia, porque los zapatos blancos pueden ser divinos y tu vestido de novia es la excusa perfecta para lucirlos.
Ahora bien, no todo vale con los zapatos blancos: es imprescindible que sean de calidad, con un diseño impecable, ya sean unos salones clásicos o unas sandalias de infarto. Por favor, nada de brillos extraños, plataformas de dragqueen, materiales dudosos y miles de abalorios pegados con silicona. ¡Blancos pero con estilo!
Aquí os dejo una selección de zapatos blancos para sentir que bajo tu vestido llevas los zapatos más divinos del mundo…
Qué me decías ahora? Aceptamos blanco de nuevo?
Imágenes vía Pinterest.